Aproximación a la historia de la Banda de Música de Beneixama

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Los antecedentes de las Bandas de Música son, esen­cialmente, militares, y su origen se remonta a los pri­mitivos pueblos y va ligado continuamente a la evolu­ción de la Música y de los instrumentos musicales.

Los antiguos instrumentos serían cuernos horadados, evolucionados posteriormente al ser construidos en me­tal. Los griegos y los romanos ya usaban instrumentos de este tipo que llegan ya muy perfeccionados al siglo XII. En tiempos de las Cruzadas se introdujeron en Europa la flauta y los timbales, así como la chirimía, precursora de la familia de los oboes. La tendencia a combinar diversos instrumentos de viento data del si­glo XIII, aunque con cantos muy simples, ya que no existía la polifonía. Ciertas pinturas del siglo XVII muestran ya agrupaciones compuestas por cornetas, chirimías y tambores. De esta época data la invención del  clarinete, procedente de un instrumento anti­guo. Finalmente, la invención del sistema de llaves pri­mero y el de pistones y cilindros después, aplicado so­bre instrumentos antiguos, a principios del siglo XIX, dio un gran impulso a la fabricación de nuevos instru­mentos y al perfeccionamiento de otros, culminando todo ello, con la invención de los saxofones, los últi­mos en incorporarse a la plantilla de las Bandas de Música.

Y llegados a este orden de cosas, se produce, a prin­cipios del siglo XIX, y coincidiendo con lo anterior­mente expuesto, una corriente musical que lleva a la formación de las primeras agrupaciones musicales ci­viles en varias poblaciones de la Región valenciana. Cuidades como Alcoy o Albaida cuentan ya, a prime­ros de siglo, con afamadas agrupaciones. Este fenó­meno llega, unos años más tarde, a poblaciones menores, y aquí comienza nuestra historia. Historia qué se va a desarrollar en una Benejama, con un fuer­te crecimiento demográfico acompañado de la inmigra­ción de los pueblos vecinos y una potente economía ba­sada en su floreciente agricultura.

Aunque no se puede precisar con exactitud la fecha de la fundación de nuestra Banda, la Laureada Banda Municipal «La Paz» de Benejama, ya que no existe nin­gún documento que lo atestigüe, sí la podemos fijar entre los años 1841 y 1844 aunque la chispa inicial sur­gió con toda probabilidad en septiembre de 1841.

Tradicionalmente se ha venido diciendo que fue D. Miguel Paya y Rico, el que con el tiempo sería Carde­nal Primado, quien fundó nuestra Banda, y efectiva­mente fue así, aunque seguramente contó con la ayu­da de alguna persona o grupo que ya tendría conoci­mientos musicales. Durante aquellos años, D. Miguel Paya fue cura regente de la Parroquia por imposibili­dad de su titular, Dr. Mulet, y cuenta D. Juan Bautis­ta Pastor Aycart, en un escrito publicado con motivo del fallecimiento del Cardenal Paya que, «durante su permanencia como Regente y aprovechando los ocios de las largas veladas del invierno, reunió en su casi calle de los Molinos (hoy Cardenal) n.° 53 a cinco o seis jóvenes de la localidad, y enseñándoles los rudimentos del solfeo y de la armonía, creó la Corporación musical de esta Villa. Evidentemente, D. Miguel era cocedor de las corrientes de la época pues no olvidemos que,  a la muerte de su padre, se trasladó a Valencia donde realizó sus estudios además del entusiasma   que puso durante los años que estuvo como Regente por todas las cosas de su pueblo natal.

El año 1841 es una fecha muy importante para recordar y concretamente del 6 al 9 de septiembre. Las dichas fechas, y después de muchos años, se consigue terminar e inaugurar el nuevo templo parroquial. Para todo ello se realizan grandes festejos tanto cívica como religiosos y en la parte musical se contrata a la orquesta y música de Albaida para que los amenice y) que, por estas fechas, Benejama no cuenta todavía con una agrupación musical, o al menos, si la hay, estaría formada por un grupo muy reducido de tres o chato personas con instrumentos de cuerda. Las Fiestas han terminado, han sido las más grandiosas que jamás ha ya visto Benejama, pero una idea surge en la mente del D. Miguel Paya y es la de formar una agrupación i semejanza de la de Albaida, y se pone a trabajar en ello,

De aquellos primeros músicos que salieron por las calles, sabemos muy poco, aunque no dejamos de ima­ginarnos la gran fiesta que se organizaría con motivo de tal acontecimiento.

Un dato muy interesante a tener en cuenta es la de­nominación que ha ostentado la Banda desde sus ini­cios, “La Paz”. En aquella época y, según sigue con­tando D. Juan Bautista Pastor en el ya mencionado es­crito, existía una gran rivalidad política entre dos ban­dos que mostraban duros y continuos enfrentamientos, engendradores de odios y rencores, hasta el extre­mo de tener que lamentar algunas desgracias. Recor­demos que está recién terminada la primera guerra Car­lista. Parece ser que la Banda estuvo integrada por in­dividuos de ambos bandos, lo que fue, pasados algunos años, motivo, de apaciguamiento entre los mismos, y ésta fue la razón por la que se le dio ese nombre,’

El primer documento que da cuenta de la existencia y actividad de la Banda de Música data del año 1858,

El día 18 de mayo de ese año se celebra una sesión extraordinaria en el Ayuntamiento para nombrar una comisión que pase a la capital de la provincia para rendir honores a SS. MM. La reina Mª Isabel II y su consorte D. Francisco de Asís en el viaje que los monarcas tienen proyectado de Madrid a Alicante durante el verano de ese año a través de la línea ferroviaria, re­cién inaugurada, que une dichas capitales. En un momento del acta de la mencionada sesión se dice: «De­terminaron al propio tiempo que se le abonen cien rea­les a cada uno (de los señores de la comisión nombra­dos) de los fondos municipales, con cargo a la partida de imprevistos que figura en el presupuesto y que de los mismos fondos se entreguen al Director de la Mú­sica Militar de esta Villa, D. Miguel Parra García, la cantidad de doscientos reales para sufragar el mante­nimiento de los 34 músicos que la componen durante el tiempo que permanezcan en la ciudad de Villena, a la que deberán trasladarse con antelación al recibimiento de SS. MM. para rendirles honores.

El dato es extraordinariamente esclarecedor. Han transcurrido apenas quince años desde su fundación y ya tiene una banda de música con 34 plazas y un joven Director de treinta y dos años de edad, cuna de una generación de músicos que ocuparán esta historia en los primeros años del presente siglo. Por otra parte tenemos un título más que añadir a nuestra Banda co­mo es el de «Laureada», por su asistencia a tal acto y rendición de honores a SS. MM. En cuanto a lo de música militar, era la denominación que, por aquel en­tonces recibían todas las agrupaciones que hoy enten­demos por bandas civiles, dado su origen como ya ex­plicaba en un principio.

A partir de este momento ya son frecuentes los da­tos sobre nuestra Banda y algunos músicos. Así en 1865 se estrena el pasodoble titulado UNGLES, debido a las plumas de Parra Pastor y Sarrio.

El 24 de junio de 1869 se estrena el cántico de la AURORA con música del joven Miguel Fernando Pa­rra Bernabeu, hijo mayor del ya nombrado Miguel Pa­rra García, y con letra de su también joven amigo Juan Bautista Pastor Aycart.

Unos años más tarde, en 1878, se produce la trágica muerte a manos del tío Tomillo de Miguel Parra, al­calde por aquellas fechas, organista de la Parroquia y como ya sabemos director de la Banda de Música.

Otros datos curiosos que siguen dando cuenta de las actividades de la Banda. En septiembre de 1886, y con motivo de la toma de posesión, por el Cardenal Paya, de la Silla Metropolitana, se realizan grandes festejos durante tres noches, y en ellos toma parte activa la Ban­da de Música, «confundiendo el eco de sus acordes con un repique general de campanas para que anuncien tan honroso suceso». Un año después interviene también en la inauguración del lavadero y matadero municipal. En 1888 recibe Benejama una visita de frailes Francis­canos y la Banda les acompaña, en el acto de despedi­da, hasta la estación del ferrocarril. Ese mismo año la procesión del día 9 de septiembre se tuvo que suspen­der y trasladar al día 16 por causa de la lluvia, la Ban­da, como no, interviene.

Bajo el punto de vista organizativo, la Banda de Mú­sica estaba constituida en una sociedad denominada «La Paz», siendo uno de sus presidentes D. Antonio Sanchís. Cuando intervenía en algún acto con el Ayun­tamiento recibía una subvención del mismo, los que nos demuestra que la Banda era totalmente independien­te. Por las noches de los domingos y festivos, y desde finales de junio hasta septiembre, se organizaban en la plaza del Mercado, hoy plaza del Ayuntamiento, unas veladas musicales en las que la Banda interpreta­ba un variado repertorio de pasodobles y bailables que harían las delicias del público a la luz de los candiles. De todo ello dan buena cuenta los cuadernillos exis­tentes en el archivo musical y que datan de los años 1888 y siguientes.

La dirección de la Banda, desde el fallecimiento de D. Miguel Parra es ejercida por Evaristo Pastor Ay­cart, Francisco Gardano Zúñiga y sobre todo Vicente Pérez Calabuig «el baldaet», gran conocedor del arte musical, autor de algunas piezas y «alma mater» de la Banda durante la última década del pasado siglo.

El año 1890 es uno muy importante para la historia que estamos relatando. En tal fecha se conmemora en Alcoy el 16.° Centenario del martirio de San Jorge, su patrono, y por tal motivo y dentro de sus fiestas se ce­lebra un Certamen musical la tarde del 21 de abril. El jurado, de postín, está formado, entre otros, por D. Juan Cantó Francés, D. Camilo Pérez Laporta y D. José Espí Ulrich, todo ellos afamados compositores renombrados músicos alcoyanos. La obra obligada es la sinfonía Tutti in Maschera del maestro Pedrotti y la de libre elección una selección de la ópera Hernanni de J. Verdi. Un testigo presencial lo cuenta así «A las dos de la tarde y desde la plaza de San Agustín y hasta la Plaza de Toros, donde se celebra el Certamen, des­filan las corporaciones Nueva de Bocairente y Banda de Jijona. Desde la placeta de San Jorge lo hacen la de Guadasequies y nueva de Albaida. Desde la plaza de San Francisco arrancan la Nueva de Cocentaina y «La Paz» de Benejama. A la hora de constituirse el Ju­rado excusan su asistencia, justificadamente D. Juan Cantó Francés y D. Rafael Pérez Jordá. Pasada una hora del Certamen, el jurado emite su veredicto. Pri­mer premio, diploma, y mil pesetas para la Banda «La Paz» de Benejama; segundo premio para la de Bocai­rente y tercero para la de Jijona. Nuestra Banda inter­viene por la noche en la serenata celebrada en casa del Presidente de la Asociación de San Jorge.

La Banda fue preparada para su asistencia a este Cer­tamen por D. Vicente Pérez Calabuig que, aunque no la pudo dirigir en el acto por estar afectado de’ paraplejia, y lo hizo D. Francisco Gardano Zúñiga, sí asis­tió al mismo, y una vez conocido el veredicto del Jura­do, fue llevado al sitial de dirección donde recibió una gran ovación del público allí congregado. Del premio obtenido en este Certamen se guarda el correspondiente Diploma que de fe del galardón obtenido.

En 1893 se vuelve a convocar Certamen en Alcoy, dado el éxito alcanzado por el de años antes. La Ban­da de Benejama participa también en esta ocasión es­perando conseguir un nuevo galardón. La obra obli­gada es la overtura de Suppée, Pique Dame, pero en ésta el primer premio es para Villena, el segundo nue­vamente para Bocairente y el tercero para Benejama.

En 1900, y cerrando esta serie de éxitos alcanzados por nuestra corporación musical se convoca otro cer­tamen. En esta ocasión la preparación dé la Banda co­rre a cargo de D. José M.a Calabuig y la obra obliga­da es Stradela, overtura del maestro FlotowPiEn el ac­to del Certamen la Banda está dirigida por D. Evaris­to Pastor Aycart por imposibilidad de D. José M.a Pé­rez. Nuestra Banda se lleva nuevamente el tercer pre­mio, siendo el primero para Catarroja y el segundo para la de Muchamiel.

De los músicos que componían la Banda por aquel entonces, y que fueron artífices de tan honrosos pre­mios, sabemos apenas sus nombres o apodos. Rebus­cando pacientemente entre los papeles de repertorio de aquella época se han podido localizar algunos y que merecen ser citados.

Batería: Piulo, Pinet, Calomardo y Ximeno.

Bajos: Florencio (Florencio Pérez Vidal?).

Bombardinos: 1.° Chuanet, 2.° Emilio.

Trombones: 2.° Costa.

Onnovenes: Arturo Silvestre.

Saxo Tenor: Oracio.

Clarinetes: 3.° Olla, 1.° Morenito (Pascual Pérez), Gardano (Francisco Gardano Zúñiga), Pascualo, Pe-petoni Blasco y Evaristo Pastor Aycart.

Flauta: Vicent Boñigo.

Pasada esta época que coincide con el florecimiento económico y cultural de Benejama la Banda de Músi­ca entra en un declive que la precipita hasta su desapa­rición en el año 1919. Para los actos del Viático del vier­nes 28 de abril de ese año es contratada la Banda San­ta Cecilia de Bañeres. Los años de esplendor han ter­minado. Pero pronto surgirá la mano milagrosa que hará resurgir de nuevo la semilla esparcida años antes por el Cardenal Paya.

Como ya sabemos, la Banda de Música se disolvió en el año 1.919, por causas que ya comentfibamos en el capitulo anterior de este relato, pero esta situación acabaría pronto.

Nos encontramos en la Primavera de 1.920, es Alcalde de nuestro pueblo D. Manuel Puig Valdés, gran entusiasta de la Banda como lo fuera también su padre D. Antonio Puig Mora, quien convoca a todos los müsicos y les anima para que limen asperezas y divergencias pasadas y la Banda se reorganice de nuevo. Tales propósitos encuentran pronto el eco necesario y todos los müsicos interesados en el empeño lo consiguen aclamando como Director a D. Olegario Pastor Alcaraz quien rigió el destino de la Banda durante sesenta años y que tan conocido fue por todos nosotros.

Comienzan los trabajos, se adquieren instrumentos nuevos, incluso algunos se traen de París, se recomponen otros, comienzan los ensayos y para ese Verano ya se montan los tradicionales Conciertos de la Plaza del Ayuntamiento durante los Domingos y Festivos.

En este resurgir de la Banda hay otra persona que va a tomar parte y que va a dejar un sello de prestigio en la misma pues no en balde la mayoría de los mejores músi­cos que ha tenido nuestro pueblo fueron alumnos suyos. Nos estamos refiriendo a D. Ma­nuel parra bernabeu, quien, después de su retiro en 1.909 de la Banda de Música del Real Cuerpo de Alabarderos, abre un establecimiento de venta y reparación de instrumen­tos musicales en Madrid. El es quien se encarga de aconsejar en los aspectos técnicos sobre la compra de instrumentos y la correcta distribución de la plantilla, así como de realizar copias y adaptaciones de piezas célebres para que la Banda las interprete.

A partir de estos años D. Manuel Parra suele pasar largas temporadas en su villa natal, particularmente en Verano y dirige personalmente la Banda encargándose D. Olegario Pastor de tal cometido cuando aquel se ausenta a Madrid. Durante este periodo la Banda de Música esta constituida en una sociedad con estatutos y reglamento propios. Recibe una subvención del Ayuntamiento de 2.000 pesetas anuales, así como de las cofradías locales cuando participa en los numerosos actos religiosos. Igualmente a partir de 1.920 hay un nuevo título que añadir a los que ya había ostentado la Banda casi desde los tiernos de su fundación y que es el de Banda Municipal.

1925 es un ano lleno de anécdotas. El día 30 de abril  y 1 y 2 de mayo, Benejama recibe la visita Pastoral del Obispo de Valencia Sr. Meló Alcalde. Durante las dos noches que el ilustre visitante pernoctó en nuestra Villa, la Banda de Música le obsequió con dos Conciertos en la Glorieta de la Virgen. El Sr. Obispo felicitó personalmente a su Director D. Munuel Parra y le hizo entrega de dos paquetes de cigarros puros habanos para que los repartiera entre los músicos, el segundo día, como muestra de gratitud dio a besar a todos los músicos su anillo pastoral.

El día 25 de junio   de ese mismo año D. Manuel Parra presenta un escrito de ‘dimi­sión ante la Junta Directiva de la Banda al parecer por algún incidente o desafortunado comentario que afortunadamente se subsanó.

Con motivo de la celebración del día de Santa Cecilia del ya mencionado año se organiza una función de cine con la proyección de la película «Rosario la Cortijera» y el documental «Tomasin el panadero». El cine Cervantes de nuestra localidad está a rebosar y los fondos obtenidos se destinan a la adquisición de nuevos instrumentos.

Y llegamos a 1.927, un año, sin duda, muy importante dentro de nuestra historia. La Banda de Música va a asistir al XXXV Concurso regional de Bandas Civiles a celebrar en la Plaza de Toros de Valencia durante los primeros días del mes de agosto .

Para todo ello se van a realizar grandes esfuerzos, tanto en lo económico como en lo que concierne a la preparación de la Banda. Se confeccionan nuevos uniformes con un coste de 2.000 pesetas con préstamos de D. Vicente Conca Blasco y D. Manuel Puig Valdés. Se hace una colecta popular en la que se recogen 688 pesetas. Del mismo modo se dejan para fondos todas las cantidades percibidas por las diversas actuaciones de la Banda, pues muchos van a ser los gastos ya que además de los uniformes había que contar con las 777 pesetas de la pensión en Valencia, las 400 del auto para trasladarse a aquella capital y otros gastos menores como fueron la remodelación de la bandera, el extraordina­rio de luz por las largas y numerosas veladas de ensayos e incluso el gasto que supuso en tener que alquilar un local en la misma Valencia para poder ensayar los días del Certa­men.

Y llegó el día de la verdad, como se dice en estos casos. El primero de agosto  a las 3’30 de la tarde da comienzo el desfile de todas las Bandas participantes que suman un total de 25, repartidas en cuatro secciones. Lo hacen primero las de la sección segunda donde está inscrita nuestra Banda y por este orden.

1.B La Primitiva de Carcagente, 40 plazas.

2.a Círculo Agrícola Musical de Llombay, 40 plazas

3.a Municipal de Almazora, 40 plazas

4.a Sociedad Musical de Alboraya, 40 plazas

5.a La Cruz Roja de Alicante, 40 plazas

6.a Musical de Manuel, 40 plazas

7.a Sociedad Musical Santa Cecilia de Cullera, 40 plazas

8.a Ateneo Musical de Cullera, 40 plazas

9.a Municipal de Benejama, 36 plazas

10.a Artístico Musical de Valí de Uxó, 40 plazas

11.a Centro Musical Explorador de Picasent, 40

12.a La Armónica de Buftol, 38 plazas

13.a Primitiva de Manises, 40 plazas

14.a Antigua Sociedad Musical de Faura, 40 plazas

15.a Unión Musical de la Unión Patriótica de Benimodo, 38 plazas

La obra obligada es la «LA TORRE DEL ORO», preludio sinfónico del maestro Gimé­nez. La Banda ha sido preparada por D. Manuel Parra quien se encarga también de dirigirla

Este preludio comienza con un redoble de timbal y caja en el primer compás a solo desde el pianísimo hasta el fuerte. Como no se tienen timbales el redoble de timbal fue sustituido por el redoblante que tocaba, como luego veremos, Jaime Pérez Sanz, el tio Xaume Vivos. Y cuentas «las malas lenguas» que el redoble fue de tal desproporción que todos los músicos se pusieron muy nerviosos motivando con ello una actuación desafor­tunada.

Al día siguiente se repetía la actuación por el mismo orden pero en esta ocasión la obra a interpretar era la de libre elección y que en el caso de nuestra Banda fue LA GRUTA DE MASSABIELLE, obertura de L. Boyer.

El veredicto del jurado dejó sin ningún premio a nuestra Banda provocando con ello desencanto y la desilusión propios de estos casos de tal forma que se tenia previsto asistir ese mismo mes de Agosto al Certamen que se iba a celebrar en Játiva los días 19 y 20 y se desistió de hacerlo.

Indudablemente no es el momento para hacer un juicio crítico y una valoración sobre la participación de la Banda en el Certamen de Valencia ya que las causas que llevaron al fracaso fueron otras bien distintas a las que relatan las anécdotas como la que citaba anteriormente D. Manuel Parra era un músico de gran prestigio y al presentarse sabía que tenían posibilidades de conseguir algún galardón, o al menos, de dejar el pabellón bien alto. No obstante y  al margen de todo ello  quiero  aprovechar este momento para reconocer que todo fue el fruto de un esfuerzo y una ilusión del puñado de hombres que desde 1.920 habían luchado por rehacer la Banda de Música y llevarla a cotas tan altas como las que había conseguido a finales del pasado siglo, valla pues para ellos nues­tro homenaje y reconocimiento por su esfuerzo que desde luego no fue en vano.

1 MANUEL PARRA BERNABEU – Director

2 JOSÉ M.a PAYA MOLINA – Oboe

3 MARCELINO SARRIO PÉREZ ‘- Flautín y Flauta 2.a

4 SILVESTRE CASANOVA MARTÍNEZ – Flauta 1.a

5 JOSÉ ROMERO MILÁN – Requinto

6 JUAN ROMERO MILÁN – Clarinete Principal

7 JOSÉ M.a MOLINA SANCHIS – Clarinete 1.a

8 JOSÉ M.a BELLOD PASTOR – Clarinete 1.a

9 JUAN PAYA ALBERO – Clarinete 2.a

10 AGUSTÍN CAMARASA MICHAVILA – Clarinete 2.a

11 FRANCISCO SANZ SANTAMARÍA – Clarinete 3.a

12 ÁNGEL VALLS NAVARRO – Clarinete 3.a

13 JUAN SILVESTRE SANCHIS – Saxo Contralto 1.a

14 ANTONIO TORTOSA CASTELLO – Saxo Contralto 2.a

15 OLEGARIO PASTOR ALCARAZ – Saxo Tenor 1.a

16 VICENTE NAVARRO ALBERO – Saxo Tenor 2.a ,

17 VALERIANO PASTOR DÍAZ – Saxo Barítono

18 BAUTISTA HERNÁNDEZ CAMPOS – Saxo Barítono

19 ANDRÉS MOLINA SANCHIS – Fliscorno 1.a

20 FRANCISCO MATAIX LLOPIS – Fliscorno 2.a

21 VICENTE SANCHIS VALDES – Trompeta 1.a

22 JOSÉ BARCELO VERA – Trompeta 2.a

23 SILVESTRE CASANOVA PASCUAL – Trompa 1.a

24 JOSÉ M.a PÉREZ BELLOD – Trompa 2.a

25 JOSÉ MOLINA SIRERA – Trompa 3.a

26 JOSÉ M.a MATAIX CALABUIG – Trombón 1.a

27 JOSÉ M.a PAYA ALBERO – Trombón 2.a

28 JOSÉ ALONSO FERRÉ – Trombón 3.a

29 VICENTE MATAIX CALABUIG – Bombardino 1.a

30 BAUTISTA MATAIX CALABUIG – Bombardino 2.a

31 FRANCISCO ROMERO MILÁN – Contrabajo 1.a

32 JUAN SILVESTRE PAYA – Contrabajo 2.a

33 BAUTISTA ALONSO CONCA – Contrabajo 3.a

34 VICENTE CALABUIG TORTOSA – Caja

35 JAIME PÉREZ SANZ – Redoblante

36 JOSÉ M.a SANCHIS QUILES – Bombo

37 LUIS POVEDA ROMERO – Platos

A partir de 1.928 son muy escasos los datos que existen sobre la Banda. D. Manuel Parra sigue viniendo durante el Verano a preparar y dirigir los Conciertos en la Plaza y quizás el hecho mas destacable es el estreno es las Fiestas de 1.933 de la marcha rural «AURORA» con música de D. Manuel Parra y letra de D. José M.a Milán. Esta marcha es el Himno de la Divina Aurora, y que está fechado en Madrid el día 15 de agosto  de 1.931. Al advenimiento de la II República fue prohibida la interpretación de la Marcha Real que a la sazón se interpretaba a la salida y entrada de la Imagen de Ntra. Patrona en la Ermita y el Templo Parroquial. Ello motivó a D. Manuel Parra a escribir tan entrañable página de la que los benejamenses nos sentimos tan orgullosos. En 1.936 estalla la Guerra Civil y con ello todo va a quedar paralizado. El día 7 de mayo  de 1.938 a los 78 años de edad fallece en su Benejama natal D. Manuel Parra Bernabeu y con ello se cierra otra página de nuestra historia.

Tras el paréntesis de la Guerra Civil, durante la cual, la Banda de Música realizó, obviamente, escasas actividades, viene los difíciles años de la Posguerra.-

No obstante, ese mismo año de 1939, una vez concluida la contienda, ya se celebran todas las fiestas que eran habituales en las que intervie­ne la Banda con sus alegres notas incluyendo, cómo no, la de Santa Cecilia con su correspon­diente paella y función de teatro.-

La dirección de la Banda corre a cargo de D. Olegario Pastor Alcaraz, quien ya lo venía ha­ciendo desde 1920, salvo en los períodos en los que D. Manuel Parra se desplazaba desde Madrid.-

En febrero  de 1940 se suscribe un documen­to con el yerno. Ayuntamiento, bajo la presiden­cia de D. Antonio Carbonell en el que se sientan las Bases para la relación entre ambas entida­des, y en el que se da a la Banda de Música y de una forma definida, la categoría de Banda Municipal.-

Bajo la Alcaldía de D. Juan Puig Pastor, y ya en 1945, se confeccionan nuevos uniformes. Un año después, y respondiendo al llamamiento hecho por la Banda, se constituyó, de nuevo, la Sociedad Protectora. D. Vicente y D. Juan Bau­tista Ferrero Conca de una parte y de otra D. Vi­cente Conca Blasco, hacen donación de varios instrumentos entre los que se encuentran un es­pléndido par de timbales, de los que tan buen rendimiento hemos sacado las generaciones posteriores y a los que guardo un especial cari­ño. En las fiestas de ese mismo año se estrena la nueva Bandera ofrecida por D. Antonio Amorós Cerdán. D. Juan Bautista Sarrio dona una imagen de Santa Cecilia.-

El 29 de abril  de 1948, la Banda asiste al cer­tamen que Onil organiza para celebrar el tercer centenario de la Coronación de la Virgen de La Salud. La pieza obligada es precisamente el pasodoble titulado: «/// Centenario», de Octavio Quilis, a la sazón, director de la Banda de aque­lla localidad, y la de libre elección el pasodoble de Álvarez: «Suspiros de España». Tras reñida competición con otras Bandas de la comarca se obtiene el «Segundo Premio.-

Ese mismo año, el día 5 de septiembre  y en el Teatro Cervantes, se rinde homenaje a D. Olega­rio Pastor, en un emotivo acto en el que por par­te de la Corporación Municipal, se le hace entre­ga de la Medalla de plata de la Villa. A este acto se suma la Banda de Onil, muy vinculada, por aquel entonces, a Benejama y debido en gran parte a la amistad entre ambos directores.-

Durante todos estos años la Banda de Música va a ofrecer en la Plaza del Ayuntamiento los conciertos más celebrados de cuantos se hayan podido oír. Durante todas las noches de Domin­gos y Festivos y desde San Juan hasta Fiestas, los grandes solistas con los que la Banda ha contado, van a dar muestra de su buen hacer pues no en vano, es quizás esta época, la de ma­yor esplendor musical en la que la Banda cuen­ta con una plantilla que supera las cuarenta plazas.-

En octubre  de 1949 se decide asistir al Certa­men que se va a celebrar en Albaida, pero cir­cunstancias de última hora declinan la no parti­cipación.-

El 7 de septiembre  de 1950, Benejama va a ce­lebrar por vez primera un Certamen para Ban­das, al que concurren las Bandas de Albaida, Muro de Alcoy y Beniarrés, que son los que ese año asisten a las Comparsas. Como pieza obli­gada se interpreta el pasodoble «Miguel Pérez», que José M.a Molina, compositor local, dedicó a su compañero y amigo Miguel Pérez «Singer» fallecido años antes. El Jurado estuvo formado, entre otros, por D. Manuel Carrascosa y D. Car­los Cosmen, directores de las Bandas Municipa­les de Villena y Alicante respectivamente.-

Ni que decir tiene que el Certamen fue todo un espectáculo, con la plaza a rebosar de públi­co, quien prestó su máxima atención a cada una de las interpretaciones. Al final y tras un reñido y polémico escrutinio se concedió el premio a la Banda de Muro de Alcoy. El acto se cerró con la intervención de nuestra Banda que puso broche de oro a tal magno acontecimiento.-

El 12 de octubre  de 1951, Fiesta de la Hispa­nidad, la Banda de Música, con el refuerzo de dos músicos de la Banda Municipal de Valen­cia, D. Valentín y D. Eugenio Puig asiste al festi­val que la ciudad de Albaida había organizado dentro de sus fiestas patronales. La interpreta­ción del pasodoble «Albarracín» y del poema sinfónico «Una noche en Granada», proporcio­naron a nuestra Banda un clamoroso éxito.-

Ese mismo año, el 27 de noviembre  y como gesto de cortesía, la Banda acudió a la vecina localidad de Onil donde se rendía homenaje a su Banda y Director D. Octavio Quilis, y una vez más nuestra Banda dejó testimonio de su buen hacer.-

En 1957 y posesionado en la Alcaldía D. Juan Conca Sanchis se confeccionan nuevos unifor­mes y se da nuevo impulso a la Banda.-

Para el 28 de julio   de 1958 se convocan con­cursos de pasodobles en Villajoyosa entre las Bandas que asisten a las Comparsas dentro de sus fiestas de Moros y Cristianos. Se interpreta como pieza obligada el pasodoble «IFACH PALA-CE HOTEL» del Maestro Penella y como pieza de libre elección «EL TAMBOR DE GRANADE­ROS» de Ruperto Chapí. El Jurado nombrado al efecto acuerda conceder a nuestra Banda, el «Primer Premio».-

El 26 de julio   de 1961 y también en Villajoyo­sa se vuelve a repetir suerte en circunstancias semejantes a la de años anteriores consiguién­dose en esta ocasión el «Tercer Premio» por la interpretación de la marcha de F. Tormo «Anta­ñona» como pieza obligada y el pasodoble de M. Cuello «Dr. Pastor», como pieza de libre elección

Ese mismo año, el 15 de septiembre, en Ibi, se consigue de nuevo un «Primer Premio» con la interpretación del pasodoble de P. Sosa «Lo cant del Valencia» como pieza obligada y de nuevo «El Tambor de Granaderos», como pieza de libre elección.-

Ya mediada la década de los sesenta la Ban­da va entrando poco a poco en una etapa de de­clive, debido, en la mayor parte, a la emigración de varios de sus elementos por motivos de tra­bajo o estudio de tal manera que en los prime­ros años de la década de los años setenta la plantilla queda reducida a unos veinticinco músicos.-

En 1972 y posesionado en la Alcaldía D. Ma­riano Parra Sanjuán se efectúa una reunión con­junta con todos los miembros de la Banda, en las que se sientan las nuevas Bases y proyectos que harán resurgir una vez más nuestra Banda. Se confeccionan nuevos uniformes, se da im­pulso a la Academia de Solfeo y finalmente se nombra subdirector, por acuerdo de los músi­cos, al que suscribe.-

Con este acto, creo que se cierra una de las etapas más florecientes por las que ha pasado la Banda de Música. Su director, D. Olegario Pastor Alcaraz hombre de sobra conocido por todos nosotros, supo imprimir su fuerte carác­ter y personalidad y hacer real aquella frase su­ya de que nuestra Banda fuera «Oída y temida».

A partir de estos años la Banda va resurgien­do poco a poco. Se incrementa el número de educandos que se van incorporando a la misma y ya a partir de 1976 coincidiendo con una fuerte demanda para actuaciones dentro del ámbito de las Fiestas de Moros y Cristianos y con ayu­das económicas por parte de la Diputación Pro­vincial parece ser que se comienza una nueva y floreciente etapa.-

El día 10 de mayo  de 1976 y en la vecina po­blación de Biar, nuestra Banda consigue el últi­mo premio que ostenta en sus laureles. Ese año la Banda asiste a la Comparsa de Nuevos Moros de aquella población y en el acto de la «Arranca de Musiques» se concede un premio para la Banda que mejor interprete un pasodoble de li­bre elección, premio que recae, como ya comen­taba antes, en nuestra Banda.-

Y para terminar quiero reseñar un pequeño apunte que figura al pnncipio de mi cuaderno de notas: El día 6 de septiembre  de 1978 en el acto de la «Arranca de les Músiques». Olegario Pastor dirige la Banda y después de ser interpre­tado el pasodoble de Manuel Cuello, «Dr. Pas­tor» y en el momento de arrancar al llegar al fuerte, ante el asombro de todos, besa la Bande­ra y se aparta de la formación. Es lo último que hará al frente de la Banda.-

Por la noche, de ese mismo 6 de septiembre, cuando la Virgen asoma por las puertas de le Er­mita y lanza su mirada a todos los que la con­templan, observa que la mano que sostiene la batuta es otra. Y una sonrisa se dibuja en sus labios.-

Pedro J. FRANCÉS SANJUÁN